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En su raíz latina "cálculo" significa piedrecilla. La forma más elemental de representar un número consiste en tomar una unidad de medida, una piedrecilla por ejemplo, y agrupar tantas piedrecillas como corresponda a la cantidad a expresar. Hacer montones de igual número de piedrecillas y sustituir cada montón por un símbolo nuevo y diferente constituyó el paso siguiente. Este era el principio en el que se basaba el primer instrumento para ayudar a calcular que existió: el ábaco.
De acuerdo con el origen del primer número, el 5 de la mano, los sistemas de conteo que fueron ideándose durante la antigüedad se basaban en el número 5, o en múltiplos del 5 como el 10, el 20... y hasta el 60, que es el sistema todavía usado actualmente para medir los segundos, minutos y horas. Sin embargo, estos sistemas de numeración resultaban en la práctica muy poco manejables.
A comienzos de nuestra era, unos pobladores de la India idearon un símbolo para cada una de las cantidades que pueden representarse con las dos manos a la vez, es decir tomaron como base para la numeración el 10; pero sustituyeron uno de los símbolos, el décimo, por el 0 (cero), que era un símbolo que hasta entonces no se le había ocurrido a nadie. |